miércoles, 26 de agosto de 2015

Fama. Ayer y hoy.

Napoleón ha muerto.

Me alegraría oír un generalizado "Hace unos 200 años!" pero mas bien me llega un clamoroso "¿Quién?".
Es cierto que lleva muerto cerca de dos siglos, pero en cuerpo.
Al ser uno de los grandes hombres de la historia, consiguió trascender a la vida propiamente dicha y permanecer como ejemplo a la posteridad.
Pero finalmente murió. Su recuerdo se borra año tras año entre las generaciones venideras.
Un ejemplo de hombre y un ejemplo de fama. Fama conseguida al conquistar Europa. Fama concedida al genio militar.
 Hoy la fama se consigue subiendo vídeos y haciendo alarde de estupidez, perversión o ambos.
Así os digo: A Napoleón le dura 200 años. A ver quién os recuerda en 10..


Astorga.


En otro orden de cosas, desde tiempos inmemoriales el ser humano ha sentido la necesidad de especular, debido a sus ansias por hallar respuestas a cuestiones que no era factible resolver de forma empírica. Así que, creó a los dioses.

Pero el ser humano es tan proclive a crear dioses como a endiosar. El concepto de dios es atribuido de forma indiscriminada a los tipos y tipas sobresalientes de la sociedad. Sobresalientes pero no por ello mejores que el resto. Me refiero a los sujetos que adquieren ese cetro que les confiere importancia: la fama. En estos tiempos ya no importa de qué clase, el individuo famoso se entiende como superior, aunque todo su mérito se reduzca a succionar falos o a exhibirse como un ser hipertrofiado dentro de un coto de caza copado de liebres postpubertosos/as.

El mérito ha perdido valor y lo ha adquirido la desvergüenza, la capacidad para conseguir más con menos esfuerzo; el honor se ha convertido en la conservación del orgullo por encima de la virtud; y la posesión de este admirado cetro es envidiada: demasiados desean imitarles y llegar a ser famosos sin tener nada útil que ofrecer. 


Bruna Moho.


El debate con las otras 2 cabezas de este cerbero esta claro. Vivimos en un mundo de incultura crónica. En el que la fama no se consigue con grandes gestas o récords. En el que alguien "grande" es quien se ha pegado un buen finde o sale en programas de telebasura ...

Pero deberíamos mirar el fondo del problema, Cui prodest (¿Quien se beneficia?).

El fracaso escolar es su sucio triunfo. Masacran la cultura a diario. La educación pésima les favorece. Favorece a su sistema. Ese sistema que se cae a cachos y se sustenta con ignorancia.
 Nos dicen que los recortes son necesarios y para ellos realmente lo son, porque en un momento en que se acentúan las desigualdades y injusticias de su sistema, no se pueden permitir el lujo de educar a los hijos de los trabajadores, ni de enseñar alternativas.
 La enseñanza es la base y si la gente leyese a pensadores críticos con su sistema, el poder y privilegios del que hoy disfrutan desaparecerían.
Ya lo dijo el Che Guevara, "Un pueblo que no sabe leer ni escribir, es un pueblo fácil de engañar".


Black Wolf.